viernes, 11 de abril de 2014

Partes del ojo


El ojo humano es uno de los órganos más complejos, formado por diversas estructuras con funciones muy específicas:

La cornea: es un tejido ocular que se encuentra en la parte anterior del ojo, es totalmente transparente y entre sus diversas funciones está la de proteger al iris y al cristalino, también tiene la función de enfocar junto con el cristalino las imágenes en nuestra retina.

La esclerótica: es una membrana de color blanco, gruesa, resistente y rica en fibras de colágeno que constituye la capa más externa del globo ocular. Su función es la de darle forma y proteger a los elementos internos. Está formada por 3 capas; la fusca es la capa más interna y contiene abundantes vasos, la fibrosa está compuesta fundamentalmente por fibras de colágeno y la epiesclera que es una membrana que facilita el deslizamiento del globo ocular con las estructuras vecinas.

La retina: es la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior interna del ojo y actúa como la película en una cámara: las imágenes pasan a través del cristalino del ojo y son enfocadas en la retina. La retina convierte luego estas imágenes en señales eléctricas y las envía a través del nervio óptico al cerebro.

El cuerpo ciliar: la parte de la capa vascular entre el iris y la membrana coroides, formado por los procesos ciliares (encargados de la secreción del líquido que rellena la cámara anterior y que se llama humor acuoso) y el músculo ciliar, encargado de variar la curvatura del cristalino para poder enfocar a distintas distancias.

 La membrana coroides: forma parte de la capa intermedia de la pared del ojo, entre la esclerótica y la retina, la función de la coroides es mantener la temperatura constante y nutrir a algunas estructuras del globo ocular.

La mácula: es una zona encontrada en la retina especializada en la visión fina de los detalles como por ejemplo leer.

El nervio óptico: es un nervio sensitivo que realiza la función de trasmitir información visual desde la retina hasta el cerebro.

El iris: es una estructura en el ojo que le da su color característico, y muchísimo más importante, regula la cantidad de luz que pasa hacia la retina, controlando para ello la apertura que en nuestra anatomía corresponde a la pupila (seguro te recuerda el funcionamiento de una cámara fotográfica).

El cristalino: es un componente del ojo humano con forma de lente biconvexa que está situado tras el iris y delante del humor vítreo. Su propósito principal consiste en permitir enfocar objetos situados a diferentes distancias.

La Cámara Anterior: es una estructura del ojo que esta limitada por delante por la córnea y por detrás por el iris y el cristalino. Este espacio se encuentra relleno de un líquido que se llama humor acuoso, el cual circula libremente y aporta los elementos necesarios para el metabolismo de las estructuras anteriores del ojo que son avasculares (no reciben aportes nutritivos de la sangre) como la córnea y el cristalino.
La pupila: es una estructura del ojo que consiste en un orificio situado en la parte central del iris por el cual penetra la luz al interior del globo ocular. Se trata de una abertura dilatable y contráctil, aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de luz que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo. 


Introducción a la visión















A través de la visión obtenemos la mayor parte de la información con la que conocemos e interpretamos nuestro entorno. Identificamos objetos (apreciando propiedades como su tamaño, forma, color, brillo, textura), los localizamos en el espacio (estimando su posición, su proximidad o lejanía) y seguimos aspectos de su evolución (observamos su movimiento, cambios en algunas sus propiedade). Por todo ello, la comprensión de cómo vemos las cosas que nos rodean ha sido uno de los temas que más ha interesado a los científicos de todas las épocas. 

Para que tenga lugar la visión es indispensable que intervengan el objeto visto, la luz, el ojo y el cerebro.